Chile: «Ministerio de Hacienda quedaría en offside»
Comparto la entrevista con diario Pulso sobre el escenario de bajo crecimiento y mayor inflación de Chile, así como sobre las proyecciones del Banco Central y las expectativas para el nuevo Informe de Política Monetaria.
Diario Pulso (Lunes 17 de noviembre), Víctor Petersen
Para el economista asociado de Security, Aldo Lema, es probable que el instituto emisor reduzca a entre 2,5%-3,5% su estimación de crecimiento del PIB para 2015. Sin embargo, teme que dicho rango quede prontamente obsoleto, ya que a su juicio, los indicadores apuntan más bien hacia un nivel de 2%-3%.
A tres semanas de la última entrega del IPoM de este año, ¿cómo prevé los cambios que hará el BC en sus estimaciones para 2014?
Todo indica que el BC va a reconocer menor crecimiento aún del que preveía en el IPoM de septiembre y, al mismo tiempo, una mayor inflación. Y eso implica justificar los desvíos, que para apenas un trimestre pasado tras el último IPoM, han sido significativos en las dos variables. O sea, el crecimiento podría terminar incluso por debajo del rango que proyectó el ente rector hace sólo tres meses (1,75% – 2,25%), en torno a 1,7%; mientras que en la inflación, ésta finalizaría en un punto porcentual por sobre lo que proyectó el BC en septiembre, que fue 4,1%. Entonces, si bien el 2014 parece jugado, le exige al BC la necesidad de justificar este crecimiento menor a lo previsto y mayor inflación, considerando que el escenario externo no ha cambiado.
¿Y para el próximo año?
Nuevamente lo más relevante estará en materia de actividad y dado este panorama de cierre del año, las perspectivas hoy apuntan a un crecimiento que podría estar por debajo del 3% el próximo año. Entonces es probable que el BC recorte la proyección de crecimiento, que hoy está entre 3% y 4%.
¿En qué magnitud?
Esa es la duda. El Banco Central sistemáticamente ha sido optimista y ha venido sobreestimando el crecimiento hace ya más de un año, y por lo tanto es factible que proyecte un crecimiento entre 2,5% y 3,5%. Ese rango si bien se puede justificar hoy con los antecedentes, las perspectivas apuntan a una cifra menor. Por ello, no descartaría que ese rango propuesto vaya a quedar obsoleto rápidamente, ya que los indicadores apuntan hacia un rango más entre 2% y 3%. Con todo, probablemente el nuevo rango de crecimiento para 2015 dejará en offside la estimación de Hacienda.
¿A su juicio por qué el ente rector ha tomado esta estrategia de estimaciones? ¿Quiere evitar validar expectativas más negativas?
Ha habido una sobreestimación sistemática que probablemente tiene que ver con la omisión de variables de expectativas. Creo que la sobreestimación tiene que ver principalmente con 3 factores: el primero, con una sobreestimación durante mucho tiempo del producto tendencial de Chile, que no era 5% ni 4,3%, sino que está más cerca de 3%. Lo segundo, es la omisión del deterioro de las expectativas y el impacto de las reformas que se empezaron a anunciar en 2013. Y tercero, un sobredimensionamiento de las políticas de demanda que se han impulsado, tanto la monetaria como la más reciente del supuesto impulso fiscal. Probablemente entonces, el BC siga sobreestimando el crecimiento para 2015.
¿Está de acuerdo con ello?
Creo que hay una necesidad de sincerar los tres aspectos. El BC hasta ahora no lo ha hecho. Se ha movido en dirección a hacer algunos ajustes, pero tímidos, como la reducción del PIB potencial, aunque todavía es alto, y en algunos mensajes sobre las limitaciones de la política monetaria en materia de crecimiento y un mayor énfasis en materia de expectativas. Entonces, hace un año el BC proyectaba 2,5% de inflación para este año, en un contexto donde además la economía iba a crecer entre 4% y 5%, pero la economía va a crecer bajo 2% y la inflación sobre el 5%. Claramente ha habido un error significativo de la proyección de la inflación.
¿Se puede decir que el BC ha estado al debe en este sentido?
No sé si al debe es la palabra correcta, pero claramente el BC ha tenido un mal año en materia de proyecciones, aunque eso no necesariamente lo ha llevado a tomar malas decisiones de política monetaria, porque era razonable bajar la tasa de interés y era esperable un impacto del ajuste cambiario en la inflación. Por ello, dependiendo de cómo justifique estos desvíos, podría haber algún costo en materia de credibilidad, aunque eso no parece estar reflejado en los premios por riesgo. Las expectativas en general se mantienen bien ancladas y las visiones del BC siguen siendo muy respetadas. Con todo, creo que debería haber una revisión tanto de modelos como de supuestos y una mejora en las proyecciones hacia adelante.