Chile 2014: bajo crecimiento extendido
Comparto la entrevista con la periodista Pamela Fierro de La Tercera (sábado 31 de mayo) sobre los malos datos de actividad de Chile en el segundo trimestre y las perspectivas para el resto del año.
2014 se perfila como el año del bajo crecimiento extendido.pdf
Diario La Tercera (Sábado 31 de mayo), Pamela Fierro.
El economista advierte que la mejoría observada en las últimas cifras de empleo es sólo transitoria, pues el mercado laboral comenzó a resentirse.
Si el mensaje de las autoridades económicas y del mundo privado hasta ahora era que la economía chilena iría de menos a más este año, el economista asociado de Security, Aldo Lema, puso en duda tal premisa, a la luz de las últimas cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
En abril, las ventas del comercio se desaceleraron con fuerza, la industria manufacturera cayó y si bien la tasa de desempleo también lo hizo, casi el 80% de las nuevas ocupaciones fueron de los trabajadores por cuenta propia.
¿Cómo evalúa los indicadores entregados por el INE?
Estas cifras de actividad confirman una recaída del crecimiento después de dos meses algo mejores (en febrero, la economía se expandió 3,5% y en marzo, lo hizo 3%). Abril apunta a una desaceleración adicional tanto en algunos sectores emblemáticos como la industria, como en aquellos ligados a la demanda interna, de modo que el Imacec de abril podría ser menor a 2%.
¿Este menor crecimiento será puntual para abril o podríamos esperar una ralentización más prolongada?
Si 2013 fue el año de la sorpresa por la desaceleración, este 2014 se perfila como el año de la sorpresa por la no recuperación o del bajo crecimiento extendido, porque hasta ahora en una parte importante de las expectativas estaba la idea de que la economía iba de menos a más y que febrero y marzo eran indicativos de ese proceso. Pero los datos de abril y de las primeras semanas de mayo apuntan a un trimestre que podría ser peor que el primero, no sólo en términos interanuales, sino también en el comportamiento de este trimestre, versus el primero.
Hasta ahora habíamos visto un frenazo en la inversión, desaceleración de la economía, y esta semana las cifras dieron cuenta que el menor dinamismo también llegó al consumo…
Hay claros indicadores de que la desaceleración se ha extendido con fuerza al consumo privado y eso lo muestran no sólo las cifras de actividad, como las ventas del comercio, las ventas minoristas, sino también la renovada caída en las expectativas de los consumidores sobre el futuro de la economía. El 2013 fue un año de deterioro en las expectativas empresariales, que ha continuado, y 2014 parece mostrar un deterioro extendido en las expectativas de los consumidores.
Desempleo
En este escenario de menor actividad, ¿cómo se interpreta, entonces, la sorpresiva caída en la tasa de desocupación del último trimestre móvil?
Efectivamente, el mercado laboral había empezado a resentirse y ahora mostró un desempeño algo mejor, pero eso también tiene carácter transitorio, en parte está afectado por la moderación de la fuerza de trabajo. Con todo, no puede descartarse que pueda ser indicativo, junto a la inflación, de que en la economía no se han abierto tantas holguras como se esperaba y eso puede tener que ver con que el crecimiento tendencial es menor. La economía puede estar creciendo menos.
Este escenario económico más deteriorado de lo previsto, ¿cómo le pega al ambiente político?, ¿a las expectativas que hay sobre el gobierno?
Hasta ahora, casi transversalmente había cierta incredulidad sobre la desaceleración y la prolongación de ésta, y por tanto, el crecimiento en todos los planteos ocupaba un lugar secundario en el debate y probablemente, la población no lo estaba sintiendo. Evidentemente, ahora esto puede empezar a condicionar o debería condicionar las políticas macroeconómicas, en la medida en que se internaliza este menor crecimiento tendencial de Chile que claramente va a ir más allá de 2014, combinado con menor impulso externo. Esto ratifica nuestra expectativa de un crecimiento más bien mediocre para el año, bajo el 3%, quizás esté más cerca de 2,5%, menos de lo que crecerá el mundo y América Latina. Y quizás más importante aún, a estas alturas no se ven impulsos que vayan a acelerar el crecimiento en 2015, no se ven impulsos que le den una alta probabilidad al crecimiento en torno al 4% implícito en el consenso y al 4,5% implícito en el programa de gobierno de la Presidenta Bachelet. Es esperable que vengan recortes en las proyecciones.
¿Y qué pasa con el riesgo de estanflación?
Es un riesgo que no se puede descartar, cuya probabilidad algo ha aumentado, pero aún no es el escenario más probable.
¿Qué debieran hacer el gobierno y el Banco Central?
Hay una tentación a que la política fiscal sea más expansiva, pero hay pocos márgenes por el déficit estructural cercano a 2% del PIB y porque los parámetros estructurales podrían ser corregidos a la baja. Por el lado de la política monetaria, habiendo indicios de que esta desaceleración puede tener más restricciones de oferta y la alta inflación en el corto plazo, cabe esperar una pausa extendida hasta que la inflación de tendencia comience a ceder. Actuar con políticas de demanda en la coyuntura actual podría exacerbar los desequilibrios y creo que es momento de que le dé atención e importancia a políticas de oferta; a la agenda energética y la de productividad del Ministerio de Economía, pero eso no será suficiente para revertir un crecimiento tendencial, que podría estar entre 3% y 3,5%.