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España: rescate necesario, pero insuficiente
Semanario Búsqueda (Uruguay) y Diario Pulso (Chile)
Tras meses de especulación sobre la situación de su sistema financiero, finalmente España solicitó una línea de crédito por US$ 125 mil millones al resto de la Eurozona para usarla, en caso de ser necesarios, en la recapitalización de algunos bancos y cajas bancarias, y así evitarle posibles pérdidas a sus depositantes. Los recursos se canalizarían a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) ya existente o del Mecanismo Europeo de Estabilización (MEE) que entrará en funcionamiento el próximo mes. ¿Bastará con esto para contener la crisis española? ¿Será suficiente para cortar el contagio creciente sobre Italia y el resto de Europa?
¿Mega crisis en Argentina?
Semanario Búsqueda (29 de marzo)
La historia económica de Argentina parece circular. Desde hace décadas gira en torno a los excesos de gasto público y/o déficits fiscales, así como a sus problemas y crisis de financiamiento. Ha sido un círculo vicioso dependiente, por épocas, de los altos precios internacionales de los productos agropecuarios, como a mediados del siglo XX, en los ’70, o durante la última década. Bajo entornos externos adversos, el financiamiento provino de la colocación de deuda (a fines de los ’70 y durante los ’90) o de la venta de activos estatales (también en los ’90). En años de vacas flacas, cuando no había apetito por su deuda, ni activos que vender, los gobiernos argentinos echaron mano a las reservas internacionales (como ahora nuevamente sería el caso), a expropiaciones al sector privado (intervención de los fondos de pensiones) o a la impresión de billetes para recaudar impuesto inflación.
El círculo vicioso argentino
Semanario Búsqueda (Uruguay)
Contradiciendo las visiones dominantes tras el colapso de 2001 –muy pesimistas respecto a la reactivación e hiperinflacionarias en materia de precios- Argentina sorprendió hasta los más optimistas exhibiendo un crecimiento promedio cercano a 7% en los últimos ocho años y niveles de inflación que –incluso con los sinceramientos correspondientes– pueden calificarse como bajos en perspectiva histórica. Como resultado, el desempleo cayó desde cerca de 25% a menos de 10% y los salarios en dólares -apoyados por las fijaciones y negociaciones lideradas por el gobierno- casi se triplicaron desde la salida de la Convertibilidad. La pobreza, por su parte, exhibió un descenso sustantivo, aunque hacia niveles aún superiores a los prevalecientes a mediados de los ’90.